Fue muy triste saber de la muerte de Alvaro Ugaz pero no cabe duda que la sacrosanta prensa nacional perdió su autoproclamada "objetividad periodística" a la hora de cubrir la noticia de las circunstancias de la muerte del reconocido periodista. Si el chofer hubiese sido el hijo de Rómulo, Kenji, el hijo de Alan o alguien a los que ellos ya se las tienen "jurada", no lo hubiesen dejado descansar en paz.
Seguramente hubieran lanzado una campaña mediática para que la necropcia se transmita en vivo y en directo y quién sabe si hubieran hecho lo posible para que el cadaver siga en la morge. Pero como se trataba de un colegita...bueno pues ahí la cosa cambia.
Como todos recordarán, Alvaro Ugaz no viajaba solo. El copiloto salió con algunas magulladuras pero hasta el momento no se ha sabido de esfuerzo alguno por entrevistarlo y saber lo que "REALMENTE PASÓ" (trillada fracesita de los periodistas cuando insisten en escarbar la basura y sacar provecho S/ S/ S/).
Ahí tienen señores a los nuevos otorongos.
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